Proactivo y decidido. Así describen los compañeros de trabajo a Lucas Silva. Orgullosamente nacido y criado en Brasil, Silva comenzó a trabajar en Confab, la planta de tubos con costura de Tenaris en Pindamonhangaba, como operador en el área de control de acero en 2007. En ese momento, solo tenía 19 años y no podría haber imaginado el camino que le esperaba. Hoy, Alemão ("el alemán" en portugués), como lo llaman sus colegas, es parte del equipo de servicios de campo y ha trabajado en proyectos tanto offshore como onshore, enseñando a clientes de las principales empresas de petróleo y gas cómo bajar tubos Tenaris en sus sitios de perforación.
“Cuando entré a la empresa, era solo un joven trabajador que deseaba hacer realidad sus sueños. Tenaris fue mi primer trabajo. Desde el inicio afronté todas mis actividades con el mismo enfoque y compromiso hacia la excelencia. Esto me ayudó mucho durante mis años en la planta”, dice Silva. Dos años después de su ingreso a la empresa, Silva comenzó a trabajar como operador de grúa y, a lo largo de los años siguientes, desempeñó diferentes funciones en la planta, como controlador de inventario, inspector de procesos e inspector de calidad.
Tras completar varios cursos de capacitación y un proceso de certificación con la empresa petrolera Tecpetrol en Neuquén, Argentina, Silva asegura que la educación desempeñó un papel esencial en la transición de su carrera desde el taller a lo que él llama el corazón de la industria energética. Después de obtener su título de ingeniero, invirtió en un MBA en Gestión de Personas y Liderazgo en la Fundação Getúlio Vargas (FGV), lo que lo ayudó a desarrollar una visión más completa de los procesos y la capacidad de anticipación de problemas.
“Realmente disfruto lo desafiante que es mi trabajo actual. En la plataforma, estamos en contacto directo con el cliente. Tanto en alta mar como en tierra, el funcionamiento de nuestros tubos suele ser el último paso de un largo proceso que comienza con la compra de materia prima, la recepción del pedido del cliente, la recepción del acero para fabricar los tubos, etc. Son muchos pasos y he estado involucrado en cada uno al principio de mi carrera. Esas experiencias han sido clave en mi desarrollo profesional y personal. Siempre me he preparado para las oportunidades con mucha dedicación, resiliencia, honestidad y paciencia. Y, por supuesto, nadie logra nada solo. Tuve el privilegio de tener grandes compañeros de trabajo y jefes que me enseñaron mucho”, dice.
Padre de Isadora, de 10 años, Silva enfatiza la importancia de nunca renunciar a los sueños. “Trabaja duro y sueña en grande. Con humildad, dedicación, sabiduría, responsabilidad y paciencia, cuando llega el momento, ¡todo sale bien! Si has intentado abrir una puerta y no se abrió, probablemente sea porque no es tuya. Entonces, aprende a esperar”, dice.
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