Trece años atrás, Dustin Broglin asistió a una feria de empleo en la Universidad de Missouri-Rolla, su alma mater.
“Tenaris era nueva en el área en 2009. Escuché cosas buenas sobre la inversión de la compañía en una instalación en el noreste rural de Arkansas”, cuenta Broglin, gerente senior de Ingeniería y Mantenimiento en la planta de Tenaris en Hickman, AR. “Ese entusiasmo era algo de lo que quería ser parte. También fue importante para mí comenzar mi carrera cerca de casa, donde tengo una estructura de apoyo”.
El objetivo de Tenaris de desarrollar fuertes lazos en las comunidades donde opera ayudó a que Broglin ingresara como Global Trainee. “Somos una gran comunidad porque todos conocemos las instalaciones industriales de aquí y conocemos a todas las personas que trabajan en ellas”. Recordó una interacción que tuvo el mayor impacto en su decisión: “Tuve un mentor con experiencia personal en Tenaris que me dijo, 'Dustin, todas tus ofertas son buenas, pero Tenaris va a estar dispuesta a hacer una inversión que sé que ninguna otra empresa de las que recibiste ofertas va a hacer'”.
Hickman es donde Broglin dice que aprendió que los desafíos en el trabajo a veces son circunstanciales, y ahí es donde desarrolló un fuerte carácter para la resiliencia durante las pausas del mercado cuando la demanda de producción es baja.
“Tenaris en su conjunto es resistente”, admite. “Mi resiliencia es en realidad un producto de su resiliencia. Tener una empresa que va a sacrificar ganancias a corto plazo por éxitos a largo plazo nos inculca la capacidad de ser resilientes. Es difícil ver la luz al final del túnel. Pero saber que trabajo para una organización que nos apoyará cuando haya fallas y nos ofrecerá todos los recursos que necesitamos para llegar a una solución, lo hace más fácil”.
No hay duda de que Broglin cree que su desarrollo en Hickman se basa en las relaciones personales que tiene con sus compañeros. “Tengo la oportunidad de trabajar con un equipo de personas que considero que están en el nivel de talento más alto que existe. Tenaris hace todo lo posible para apoyar a todos y mantenerlos seguros, no solo cuando están en el trabajo, sino también en casa, es el pilar más importante que tenemos en nuestra cultura”, dice. “Hickman tiene un lugar en mi corazón porque ahí es donde he trabajado la mayor parte de mi carrera profesional. Aprendemos de las pérdidas, celebramos las victorias y nos ayudamos mutuamente en esos momentos. Nos hemos vuelto muy cercanos el uno con el otro aquí, a veces demasiado. Rara vez todos tenemos la misma idea sobre un tema, pero todos tenemos suficiente admiración y respeto mutuo para saber que solo estamos ofreciendo nuestras opiniones. En última instancia, entre nuestras diferentes perspectivas vamos a encontrar una solución que funcione. Cualesquiera que sean los éxitos que he tenido, o que cualquiera haya tenido aquí, no se trata de un individuo. Es el esfuerzo de todo el equipo”.
En cuanto a las lecciones que aprendió de esas interacciones, le da crédito a la cultura de la fábrica: “Nunca fui el más atlético o el más inteligente. Tuve que compensar esos déficits con trabajo duro. Todo el equipo aquí siente lo mismo. Todos estamos donde estamos hoy debido a nuestra ética de trabajo. Estamos comprometidos con hacer no solo lo que se nos pide que hagamos, sino también lo que sabemos que es correcto”.
Broglin también atribuye sus éxitos al sistema de apoyo que lo rodea.
Tenaris ha provocado grandes avances en la carrera personal y profesional de Broglin. Sus planes para el futuro incluyen a Tenaris y piensa continuar fortaleciendo los aspectos más fuertes de la planta. “Hay varios líderes, especialmente en Hickman, que pueden no ocupar el puesto más alto en la organización, pero que se sabe que motivan a su equipo. Sabes que puedes llamarlos y que te ofrecerán todo el apoyo que puedan brindarte. Lo veo como un éxito. Eso es algo en lo que sigo trabajando todos los días”.
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