El gerente de operaciones de Tenaris en Noruega acepta el cambio en la evolución de su carrera

Cuando Christer Andersen llegó a Hammerfest, Noruega, la ciudad más septentrional del mundo, en una asignación de tres años con Tenaris como analista de la cadena de suministro, estaba un poco conmocionado. Era remoto, hacía mucho frío y era un nuevo tipo de trabajo y de vida. Había mucho a lo que adaptarse a los 71 grados norte.

Andersen, graduado en economía, había comenzado su carrera en otra empresa en su ciudad natal de Stavanger, Noruega, operando montacargas en un patio de Tenaris mientras estudiaba. Pero estaba interesado en unirse a una empresa global como Tenaris, por lo que cuando se presentó la oportunidad de una asignación con la empresa en Hammerfest, aceptó y rápidamente aprendió a adaptarse. “La logística era muy importante porque no había nada cerca. En un lugar tan remoto, tuvimos que anticiparnos a todo, tener un plan de contingencia para el plan de contingencia”.

Andersen gestionaba la recepción, inspección, clasificación y envío de los productos entrantes a ubicaciones en el extranjero. En ese momento estaba trabajando con un producto de reciente desarrollo: la tecnología Dopeless®, que permite conectar los tubulares sin necesidad de lubricante. Sin embargo, el despliegue de esta nueva tecnología requirió atención adicional, ya que este fue el primer proyecto en la región en utilizar el 100% de los tubos con tecnología Dopeless®, y estaban operando en condiciones climáticas extremas, a veces tan bajas como -20 grados centígrados. “Cada vez que teníamos que fabricar accesorios o reparar juntas, la logística era exigente ya que estábamos a 2000 km del centro de servicios de Tenaris más cercano”, cuenta Andersen.

Además, el volumen en Hammerfest estaba creciendo para Tenaris. Cuando llegó Andersen, el sitio albergaba pocos pozos de exploración al año. Sin embargo, el proyecto pasó a una fase de desarrollo y los pozos de desarrollo offshore son más sofisticados y exigentes; sus habilidades crecieron a medida que lo hacía el proyecto.

Hammerfest también fue un cambio en el estilo de vida. En invierno, el sol no sale por el horizonte y en verano, no se pone. La comunidad es acogedora y la gente disfruta de las motos de nieve y, en abril y mayo, un poco de pesca en el hielo. “Para junio, todavía hay nieve en el auto”, dijo Andersen. Las calles de Hammerfest se calientan con el exceso de calor de la planta de energía y los renos deambulan por las calles. Las auroras boreales son visibles durante todo el invierno. “Todos los días, veía algo de verde en el cielo”, dijo Andersen.

Lo que Andersen valora especialmente de su tiempo en Hammerfest fue encontrar y demostrar su propia tenacidad. “Te vuelves receptivo al cambio”.

Después de tres años en la ciudad más al norte del mundo, Tenaris tenía más cambios en mente para Andersen. Su próximo proyecto estaría fuera de las operaciones y la logística del sitio y dentro de la oficina, trabajando en la coordinación comercial. Ese no fue el único cambio: su nuevo lugar de trabajo estaba 7.489 kilómetros al sur, en Dubái.

"¡Tenaris hizo que me enviaron allí para calentarme!" dijo Andersen. Sintió el contraste en casi todos los aspectos. Pasó de estar en un sitio aislado, trabajando en un proyecto a la vez con muy pocas personas, a una oficina acelerada en una ciudad global donde administraba múltiples proyectos a la vez, coordinando con una gran cantidad de colegas.

“Después de Hammerfest, tuve que reajustarme para interactuar con personas en un entorno de oficina”, dijo Andersen. “Durante los primeros seis meses de mi asignación en Dubai, realmente no hablé; mis colegas me llamaban el noruego tímido. También me encontré rodeado de gente muy inteligente de todo el mundo”. Quedó profundamente impresionado con sus colegas y sus habilidades comerciales. Una vez más, se preguntó para qué estaba allí y qué podía aportar. Con el tiempo, quedó claro que mientras sus colegas tenían una gran experiencia en contratos, Andersen tenía una gran experiencia en el sitio, lo que resultó valioso una y otra vez para prever las necesidades. La experiencia en Dubái “fueron como dos años de escuela de negocios”. Y después de dos años allí, su vida volvió a cambiar. Andersen regresó a su ciudad natal de Stavanger y ahora trabaja en ventas en el área comercial.

Andersen encontró mentores en el camino, ya que tuvo la oportunidad de trabajar con muchos directores sénior y aprendió algo de cada uno de ellos.

Después de trabajar con el director sénior Andrea Pirovano, su ex supervisor que estaba a cargo del Mar del Norte y África en ese momento, Andersen recuerda: “Andrea me brindó muy buenos aportes sobre cómo usar el pensamiento crítico para estar bien preparado en cualquier tema tanto en reuniones internas y externas.” Adoptó un enfoque racional hacia la resolución de problemas que era aplicable a múltiples escenarios y entornos.

Dado que Andersen asumió un rol de liderazgo y gestión en Stavanger como gerente nacional en Noruega, Tenaris nombró a Francisco Zini, vicepresidente de la cadena de suministro, para ser el mentor de Andersen a través de un programa formal. “La experiencia de Francisco en liderar grandes equipos realmente me ayudó a cambiar mi forma de pensar sobre cómo apoyar y liderar a mi equipo”.

Con experiencias tan diversas en todos los departamentos y en todo el mundo en Tenaris, la tenacidad, la flexibilidad y la voluntad de crecer y cambiar son esenciales, según ha descubierto Andersen. Son cualidades que enriquecen la vida, tanto dentro como fuera de la oficina, sin importar el clima.

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