Luego de una ejecución calculada de fabricación y logística, Tenaris ha producido con éxito su sarta de tubería flexible más grande y compleja para su envío a Alaska.
En febrero de 2021, el equipo de la planta de tubería flexible de Tenaris en Houston, TX, recibió una llamada para su pedido más desafiante: dos sartas de grado HT-110 de 2,375” y 33,000 pies de largo, con un peso estimado de 85 toneladas cortas cada una. El proyecto requeriría una ingeniería única y un enfoque de logística listo para usar, mientras corre contra el reloj, para asegurarse de que la cadena pueda llegar a su hogar en Alaska antes de que las carreteras se congelen durante la temporada de invierno.
La sarta fue ordenada por un importante cliente de petróleo y gas con preferencia por la tecnología BlueCoil®, una tubería flexible con tratamiento térmico desarrollada utilizando diseños de acero y procesos de fabricación patentados.
Las cadenas masivas tuvieron que ser transportadas a Alaska por tierra y mar. Dado que los carretes eran demasiado altos para colocarse verticalmente en un tráiler, el equipo decidió utilizar una solución patentada: un marco de acero patentado, diseñado por ingenieros de Tenaris, que podía subirse y bajarse en un tráiler. Luego, los carretes comenzaron su viaje de 5,000 millas desde Houston hasta Alaska.
Hasta 2021, el equipo trabajó para prepararse para la producción de la cuerda. Desarrollaron una ruta alternativa para el proceso de producción que eliminó el uso de grúas al transferir la sarta del molino a la línea HT, expandió el acumulador de acero en tres pies de diámetro y agregó bolsas de elevación de mayor capacidad al Air Float utilizado en el proceso.
“Esta fue una tarea exigente, desde el punto de vista técnico, operativo y de gestión de la logística, y nuestro equipo la enfrentó con una determinación creativa para satisfacer las necesidades de nuestros clientes”.
Martin Urcola, Vicepresidente de Tubería Flexible en Tenaris
Después de meses de preparación, la primera serie se produjo en octubre de 2021, y la segunda solo unas semanas después. Usando una nueva línea de inspección de 350 pies de largo, el equipo pudo enrollar directamente en el exterior sobre una base final, donde la grúa de 500 toneladas levantó los carretes a los marcos especiales para el transporte.
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